Su inflamación es más frecuente de lo que se cree y aunque no es peligrosa para la vida, puede causar mucho malestar y dolor entre quienes la padecen. Especialistas del Hospital de Clínicas de la UBA hablan sobre qué aspectos tener en cuenta y cuándo consultar con un profesional.
“Las hemorroides son venas que se presentan en la parte inferior del recto o el ano. A menudo, las personas pueden tenerlas sin darse cuenta, pero cuando se inflaman o se agrandan, pueden causar dolor y sangrado. Los síntomas comunes de las hemorroides incluyen picazón, ardor, dolor, bulto y sangrado. También, pueden causar dolor al momento de ir al baño y dificultad para sentarse”, comenta el Dr. Alejandro Moreira Grecco, jefe de la División Cirugía Gastroenterológica.
“Cabe remarcar que ninguno de estos síntomas es normal y su sola presencia debería generar una consulta médica. Sobre todo la presencia de sangre junto a la materia fecal o al finalizar las deposiciones debe generar una consulta y, habitualmente, se puede completar el estudio con una videocolonoscopia para descartar causas más graves de sangrado como ser los pólipos o tumores de colon y recto”, remarca el profesional.
Las causas de las hemorroides pueden variar. Algunos de los factores de riesgo incluyen el estreñimiento crónico, el embarazo, la obesidad, el sedentarismo, el levantamiento de pesas y la edad avanzada. “Existen distintos tipos de patología hemorroidal y esto va a depender del grado de gravedad de la misma. En ocasiones, existen síntomas solamente transitorios atribuibles a la inflamación del tejido hemorroidal, muchas veces vinculados a algún exceso en la dieta o una alteración aguda del hábito intestinal. Y en otros casos, cuando el tejido se encuentra ya elongado o agrandado y presenta prolapso, los síntomas, si bien pueden tener períodos de mayor y menor intensidad, habitualmente son persistentes y lentamente progresivos”, agrega Moreira Grecco.
El tratamiento de las hemorroides va a depender de la intensidad de los síntomas: “En general, siempre se comienza con drogas flebotónicas, pomadas tópicas y cambio del hábito dietético. Si esto no llegase a dar resultados o si los síntomas fuesen recurrentes o dependientes del tratamiento, existe la posibilidad de realizar intervenciones mínimamente invasivas o cirugías, que sólo se realizan en los casos más avanzados”, comenta el profesional.
“Es importante recordar que la patología hemorroidal es altamente frecuente en la población y se considera que al menos todas las personas van a consultar en algún momento de su vida por un problema de este tipo”, sostiene Moreira Grecco. Afecta a pacientes de todas las edades y con igualdad entre los sexos. Hay situaciones clínicas en las que los síntomas son más frecuentes, por ejemplo, en las embarazadas, los pacientes con ascitis o líquido dentro del abdomen, los pacientes con hipertensión portal o pacientes anticoagulados.
Un diagnóstico y tratamiento tempranos pueden evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Acudir al especialista resulta clave ya que las hemorroides pueden ser síntoma de otras afecciones, y es importante resaltar que el cáncer colorrectal es el tercer cáncer en frecuencia en Argentina y es prevenible con un screening realizado en forma oportuna. A su vez, el diagnóstico precoz de dicha patología aumenta las chances de curación de los pacientes que lo padecen. Además, es importante seguir una dieta rica en fibras y evitar el estreñimiento para prevenir el desarrollo de hemorroides.